LA VIAGRA
Ha sido cumplir los cuarenta y no parar de recibir mensajes en mi correo electrónico de la empresa farmacéutica responsable de la Viagra. Que cómo habrán dado conmigo, me pregunto yo. A parte de mi familia y cuatro amigos, nadie sabe con exactitud el año en el que nací. Pero los científicos que inventaron la pastillita azul, lo saben, es que lo flipo. No quiero ni imaginar el equipo de investigación que tendrán. Seguro que van en gabardina por ahí ocultos tras unas gafas de sol y un periódico con dos agujeros para observar a todo el que pasa frente a ellos. No es que me importe ser espiado, perseguido o investigado, siempre y cuando sea en beneficio de la ciencia y a favor de la humana humanidad. Aunque para ser honestos, no tiene mucha ciencia saber que a los cuarenta tu cuerpo ya no alcanza la altura moral que cuando tenías 20 años. Y cuando digo altura, ya saben a lo que me refiero, ¿verdad?
¿Y qué oscuro mensaje hay escondido detrás de los ocho emails que envían diariamente informándote de los beneficios de la pastilla en cuestión? ¡Ni que yo fuera capaz de hacer el amor al día ocho veces! Con hacerlo una, me conformo, y no digo una al día, digo una al mes. Y no es por no poder físicamente, sino por falta de tiempo. Entre pitos y flautas acabo la semana hecho polvo y al llegar el sábado lo que menos me apetece es seguir echando polvos a diestro y siniestro. A dormir a casa y Santas Pascuas. Si al menos la dichosa pildorita tuviera poderes psicotrópicos y me transportara a una hamaca bajo una palmera en una playa del Caribe, puede que me animara a comprarla e incluso hasta tomarla, y de dos en dos como los Petit Suise. Pero con esa forma de rombo, está claro que es para los que llevan una vida en dos rombos y no en blanco y negro como la mía. La próxima vez que vea a un hombre con gabardina por la calle voy espiarle yo a él. Puede que descubra el informe que hace sobre mí y me entere por mí mismo de que no tengo cuarenta años sino sesenta. ¿Será esa la verdadera razón por la que me envían tantos emails sobre la Viagra? Si la vida es un suspiro.