QUIERO SER PRESIDENTE
Tengo un amigo que es más pirata que los piratas que salen en las películas pirata de piratas. No sólo no compra al pobre top mantero que se pasa horas y horas retorciendo el cuello de un lado a otro evitando salir por piernas ante la policía municipal con su saco de DVDs mal copiados, sino que baja de internet todos los estrenos antes incluso de que sean estrenos. Le da igual que sean películas búlgaras en versión original sin subtítulos o taquillazos de “bollywood” grabados en contrapicado con la cámara del móvil. El tío se lo baja todo. Por bajarse, se baja hasta los telediarios de 13 Tv, esos que no ve nadie. Pues él se los ve, y encima cuatro días después. Mi amigo tiene lo que podríamos llamar “redependencia”, que no es la dependencia doblada, sino dependencia de la red. Y además va y te provoca para que tú también te enganches a las bajadas. Ayer sin ir más lejos, coincidimos en el ascensor (de bajada por supuesto) y de un tirón me ofreció las últimas quince películas de Hollywood estrenadas en España el pasado fin de semana. Me dijo que tenía buena calidad de visión, aunque él considere calidad de visión como si aún las legañas inundaran tus ojos. No le pude decir que no, claro. Faltaría más. Si le hubiera dicho que no, seguro que me habría retirado la palabra y el año que viene le toca presidir la comunidad de vecinos. Que quien ha ejercido alguna vez ese cargo, sabe perfectamente el marronazo que eso supone.
Total que llevo nueve horas pegado al televisor viendo películas de Bruce Willis repartiendo mamporros y hablando en turco, a Sandra Bullock en inglés subtitulado al lituano y a Mel Gibson hablando en su inglés “made in Australia” que para eso mejor verlo doblado al turco como a Bruce Willis. La película que más me ha gustado es esa en la que el espectador de una butaca se levanta y cruza la pantalla de mi televisor de derecha a izquierda impidiéndome ver la cara del asesino, precisamente en el momento del final cuando toda la trama está a punto de resolverse. Y también esa otra en la que Dark Wader le dice a Luke Sky Walker “Yo soy tu padre”, pero lamentablemente el tosido de un espectador empaña la mítica frase. Menos mal que ya la vi en su momento en pantalla grande, que si no, me corto las venas como hizo Dark Wader con el brazo de Luke. También he visto otra peli en escorzo, tres más con los diálogos entrecortados y dos completamente fuera de foco, aunque una de ellas era el Código Da Vinci y la otra Ángeles y Demonios y ya me había leído los libros. Menos mal.
Después de esta sobredosis de DVDs piratas, he decidido presentar mi candidatura a presidente de comunidad porque si mi vecino continúa cultivando su ambición pirata en todo, no quiero pensar los materiales que pondrá en el ascensor cuando haya que cambiar los frenos. Lo que hay que hacer para ser presidente.