LA MUERTE NO ES RENTABLE
Tengo una conocida que a su vez tiene una amiga que del periódico sólo lee la sección de esquelas. No es por morbo o necrofilia, no piensen ustedes mal. Dirige una residencia geriátrica pública en un pueblo de la provincia de Segovia y para ella, esa sección es una fuente de documentación importantísima. Gracias a ella valora a corto plazo las posibilidades que tiene a la hora de solicitar subvenciones a la Junta de Castilla y León. Todo un cerebro, la amiga de mi conocida (M.L.G.S. de ahora en adelante). A más esquelas, menos opciones de obtener subvención. Gracias a la habilidad de M.L.G.S. en la gestión de la necroinformación (palabro que me acabo de inventar), puede mantener los servicios que ofrece a los internos y garantizar la supervivencia de la residencia y en consecuencia, la de los ancianos (o los no-muertos, si prefiere llamarles así).
Es que hay gente por ahí con un talento increíble. Si M.L.G.S. estuviera al cargo de alguna cartera ministerial, de la de Asuntos Exteriores, por poner un ejemplo, estoy convencido de que todo nos iría mucho mejor con la Unión Europea (UE) y hasta con el FMI. Y bastando con mirar la sección de esquelas del periódico, que en el caso de M.L.G.S. son únicamente los de tirada regional. A menos esquelas, más pedir ayudas a la UE. Que cuanta menos gente se vaya al otro barrio, más aportación económica hay que pedir, argumenta M.L.G.S. Dice que lleva años con esta metodología y no ha tenido ningún inconveniente al respecto. “Funciona a la perfección”, palabras salidas de su propia boca. Cuando hay que justificar para el geriátrico el gasto de la renovación de la caldera o solicitar una partida para el aire acondicionado, o contratar a tres nuevos cuidadores, basta con reflejar en la solicitud el aumento de la esperanza de vida de los ancianos o indicar la disminución del porcentaje de fallecimientos, que para el caso es lo mismo. Y Santas Pascuas, ayuda concedida.
Aunque tengo la sensación de que también en la UE conocen y emplean este método. Siempre que salen políticos en televisión, se les puede ver con un periódico bajo el brazo. En algunos casos, llevan hasta tres y cuatro, y de distintos países. A juzgar por el nivel cultural que demuestran en público todos ellos, no les veo muy duchos en idiomas, pero aún así, van por ahí con la prensa colgando del sobaco. Vamos, que qué hace alguien como el presidente del Gobierno leyendo el London Times si no tiene ni pajolera idea de inglés, me pregunto yo. Pues está claro, leer sólo la sección de esquelas. A mayor número de esquelas publicadas, menos dinero se concede a los países integrantes de la UE. Si están muertos, no lo van a necesitar, deben pensar. No me cabe la menor duda de que muchos de ellos son capaces de escribir su propia defunción con tal de aumentar el número de esquelas en los periódicos y así no conceder ningún tipo de ayuda para infraestructuras, ni educación, ni sanidad (donde incluyo a M.L.G.S.) Razón no les falta. Total, ellos ya son cadáveres políticos. Qué mundo.