NADA ES PARA SIEMPRE
Nada es para siempre. Ni lo bueno, ni por suerte, lo malo. Lo bueno nunca dura lo que nos gustaría que durase, ni lo malo dura tan poco como quisiéramos. Las cosas duran lo que duran. Es ley de vida. La sabiduría infantil lo demuestra en cada uno de sus actos. Los niños saben que deben comerse el helado antes de que se derrita. Y lo hacen casi por instinto, como si supieran que los helados, como en la vida, nada es para siempre, aunque ellos lo disfrutan de lo lindo.
Albert Einstein, el de la teoría de la relatividad, lo dejó bien claro: Todo es relativo. Y puso un lúcido ejemplo para que lo entendiéramos los que somos de letras puras y no tenemos ni idea de mecánica cuántica ni física estadística. El premio Nobel, expresó su teoría de un modo muy sencillo. Cuando estamos con una chica las horas pasan volando, pero cuando estamos en clase de matemáticas, cada minuto es eterno. Eso es la relatividad, la percepción que tenemos de las cosas, en este caso, del tiempo. Aunque existen casi tantas aplicaciones de la relatividad como las que hay para móviles iPhone. Por ejemplo: considerar decir algo bueno, puede no ser tan bueno decirlo en determinados momentos, y escuchar la verdad puede llegar a ofender a quien no queremos ofender. Por lo que podemos afirmar, desde la óptica de la teoría de la relatividad, que mentir sería la mejor opción. Si recurrimos a la verdad, corremos el riesgo a perder lo que creíamos duraría siempre, como por ejemplo la relación de amor con nuestra pareja. Y si aplicamos la teoría de la relatividad, nos garantizamos conservarla.
Desconozco si el tiempo que hoy pasan ustedes con su actual pareja les resulta tan eterno como si estuvieran en una clase de matemáticas o si los minutos que disfrutan entre besos y abrazos de la persona del sexo opuesto pasan volando. Pero les aconsejo, que la próxima vez que se planteen confesar una infidelidad a su pareja, acuérdense de Einstein. Puede que recurrir a la relatividad salve definitivamente su relación. Aunque independientemente de la decisión que tomen, nada será como era, o lo que es lo mismo, nada es para siempre.