ADIÓS 2015, HOLA 1984

Siempre recordaré el año 1984. No piensen ustedes que si lo recuerdo es por la novela “1984” de George Orwel (muy recomendable, por cierto). Fue el año en el que perdí la virginidad. Tampoco piensen ustedes que voy a aprovechar su tiempo para relatarles mi primera experiencia sexual con pelos y señales. Si lo hago algún día, será en algún programa cutre de esos de Telecinco y cobrando suficiente dinero como para retirarme de por vida a una isla desierta, no tanto por el pastón recibido sino por no soportar la vergüenza cuando sea reconocido por la calle. Recuerdo también el año 1984 porque un periódico de entonces costaba 35 de las antiguas pesetas, o sea, unos 20 céntimos de los euros de ahora. Actualmente, 31 años después, con 20 céntimos de euro no comprarías ni media página. Si al menos la media página que se pudiera comprar fuera esa donde aparece la chica ligera de ropa, como ocurre en el AS, me daría por satisfecho. Pero no le haría mucha gracia al kiosquero ir por ahí arrancando hojas de cada periódico como si estuviera despedazando un cordero lechal. Aunque viéndolo con otros ojos, no sería mala idea. Yo también arranco los artículos de Sánchez Dragó cada vez que compro El “X” (iba a escribir el nombre del periódico, pero me he arrepentido, no sea que reciba una reprimenda de sus abogados y sean ellos los que me arranquen a mí los h_ _ _ _ s).

A lo que iba, que en el año 1984 las cosas costaban menos y ahora cuestan más, y encima valen lo mismo, o menos. Además, tras las santas fechas navideñas en las que cada año Dios nace una y otra vez, todo el que quiere subir algo aprovecha nuestro júbilo festivo para hacerlo, también una y otra vez. Como si fuéramos tontos y pensaran que no nos damos cuenta de que con la llegada del año nuevo sube una cifra más al calendario y también sube el billete del autobús, el pan, el agua y todo aquello que curiosamente, baja. El autobús baja por las calles de la ciudad y el pan y el agua lo hacen por nuestros intestinos. No termino de entender entonces por qué todo el mundo se alegra cuando llega el año nuevo, sabiendo que todo será más caro que el anterior. Va a ser verdad que somos tontos y aún no aprendemos que en todo tiempo pasado se vivía mejor. Menos en la novela “1984” de Orwell donde vivían bastante peor que nosotros. Aunque al paso que vamos, en breve será parecido, por no decir igual. Feliz 1984.

Un Comentario

  1. El Alquimista

    Señor Monroy…!!!
    Es una hemorragia de satisfacción volver a leer sus artículos.
    Espero que SS.MM. le hayan colmado sus peticiones y este nuevo año, sea pleno para usted y los suyos.
    Por favor no deje de escribir.

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