NECESITO DESCANSAR
Me cansé de escuchar medias verdades que son mentiras enteras. Me cansé de dar todo y no recibir nada. De hablar y no ser escuchado. De escribir sin que nadie a su vez escriba para decir que lee lo que escribo. De ofrecer a manos llenas sin agradecimientos. Me cansé de aprender para no tener oportunidad de demostrar lo aprendido. Me cansé de ser quien no debí ser nunca para llegar a donde nunca debí llegar y estar donde jamás debí haber estado. Me cansé de trabajar por poco o por nada, de recibir dinero cuando pedí una palmadita en la espalda y de recibir palmaditas en la espalda cuando sólo quería dinero. Se me secó la boca de escupir palabras hermosas en lugar de palabras soeces que tienen más eco. Lloré sin motivo y después no me quedaron lágrimas cuando hubo motivos para llorar. Me cansé de decirte que te quería a ti y sólo a ti y a nadie más que a ti, pero el cansancio pudo conmigo y cuando quisiste escuchar ya fue demasiado tarde. Arrimé el hombro cuando hizo falta y en el momento de pedir ayuda no hubo hombro de mujer ni de hombre en el que apoyarme. Después de entregarme en cuerpo y alma, ninguna de mis causas fueron reconocidas a tiempo y ya no tuve tiempo de sobrevivir por causa alguna. Me cansé de cubrirte de besos, de abrazarte con la mirada, de lamer tus heridas mientras veías desangrarme por dentro. Conocí la miseria sin que me hubiera sido presentada y mientras convivimos nadie tuvo el arrojo de separarnos. Fui otro cuando fue necesario serlo y cuando fui yo mismo me tacharon de hipócrita. Me cansé de levantarme mil veces tras caer otras mil. Me cansé de tropezar en la misma piedra y no haber aprendido a rodearla. Me cansé de las líneas rectas que marcan la distancia entre dos puntos. Me cansé de saltar al vacío y hallar el vacío bajo mis pies. Me cansé de ser valiente y valeroso por el simple hecho de no poder ser de otra manera de ser. Me cansé de ir de copiloto, de ir de paquete, de viajar en clase turista, del vagón de cola, del “low-cost”, la oferta, la promoción y del “llévese 3 y pague 2”. Me cansé de luchar por ti y también contra ti. Me cansé de las buenas palabras, los buenos propósitos y las buenas intenciones. Puse la mano en el fuego por aquellos en quien creí confiar y su confianza chamuscó mis sentimientos hasta dejarlos hechos ceniza. Seré ceniza cuando me vaya para siempre y para siempre perdonaré a quienes me recuerden como el que se cansó de darlo todo sin pedir nada a cambio. Aunque un simple gracias, no hubiera estado mal.
Necesito descansar de ti antes que tú te canses de mí y ya no quede nada entre nosotros, ni siquiera palabras.