LEER AYUDA A FOLLAR MÁS Y MEJOR
Con cierta frecuencia, me preguntan la razón por la que leo tanto. Siempre que he sido interrogado sobre esa cuestión, siempre ofrezco la misma respuesta: “Con la lectura se folla más y mejor”. La contestación genera risas, carcajadas, medias sonrisas, sonrojos completos y alguna que otra admiración mayúscula expresada facialmente por el alzamiento de párpados hacia la estratosfera.
«La lectura proporciona un abanico de infinitas posibilidades para follar sin parar y hacerlo con quien cada uno (o cada una) desee follar», suelo afirmar para reforzar mi contestación y hacer regresar a la superficie terrestre los párpados elevados a las alturas.
Que leer sea beneficioso para la salud mental, es algo que está fuera de toda duda. Pero que, además, sea beneficioso para la salud emocional, es algo que únicamente los que leemos podemos corroborar con pelos y señales (por este orden).
La lectura provee de argumentos para conquistar a la mujer (u hombre) que deseas llevarte a la cama, y una vez en ella y con ella (o él) en su interior, procurar los mayores orgasmos jamás alcanzados por otros hombres (o mujeres) iletrados.
El número de aposiciones, atributos, epítetos y adjetivos calificativos, demostrativos, numerales, exclamativos, posesivos y ordinales que aporta la lectura incrementa infinitamente las posibilidades de follar en una primera cita. Los términos lingüísticos son infalibles para alabar los labios carnosos, las sinuosas caderas, los turgentes pechos, la cautivadora lengua o describir sin recato la puntiaguda forma de los sonrosados pezones que comienzan a marcarse sobre el tejido de la blusa y constituirá la señal inequívoca para dejarse de palabrería y pasar a la acción.
Leer permite poner en tu boca sonetos de poetas que han sabido encontrar en la concatenación de versos el modo más rápido para seducir los oídos femeninos. Gustavo Adolfo Bécquer, Pablo Neruda, Rafael Alberti, Pedro Bonifacio Palacios o Jerónimo Ossa disponen de un amplio repertorio de poesías que facilitan hechizar los tímpanos de una mujer ya sea en posición vertical u horizontal. Beneficiarse del denuedo y clarividencia que los poetas emplearon en la elaboración de trovas y romances para llevar a una mujer a la cama es la mejor muestra del púdico homenaje que se les puede brindar. Personalmente a Pablo Neruda y al poeta peruano Felipe Sassone les debo los mejores polvos de mi vida.
Incluso en el caso de producirse una discusión amorosa, la lectura ofrece riqueza dialéctica para rebatir cualquier razonamiento de peso. La rentabilidad de dividendos que arroja la lectura en los momentos de reconciliación resulta de vital importancia, ya que favorece la repetición del discurso empleando diferentes términos y expresiones que redunden sobre la idea original y cuyo objetivo final no es otro que lograr la paz conyugal y la consumación del acto sexual como prueba fehaciente de la plena conciliación.
Aunque han pasado varias semanas desde la última vez que follé, no cejo en mi empeño de leer varias horas al día. Nunca se sabe cuando puede aparecer el amor de tu vida y que se convierta en tu pareja estable durante los próximos 40 años. Y 40 años son muchos años en los que hay mucho de qué hablar. Como te quedes sin conversación por falta de lectura, pronto aparecerá otro más cultivado que tú con mayor don de lenguas. Y cuando digo don de lenguas lo digo con doble sentido, es decir, que sea más leído que tú y por consiguiente, folle más y mejor que tú. Sólo por eso, merece la pena leer.