MÁS POR MENOS
Nadie da gato por liebre, ni duros a cuatro pesetas. Cuando se recibe menos de lo que se da, el desequilibrio termina por desequilibrar lo que debería estar equilibrado de antemano. Si el trabajador permanece en su puesto de trabajo más tiempo del estipulado sin recibir remuneración por las horas extra realizadas, pensará que está dando más de lo que recibe y será cuestión de tiempo que la situación comience a incomodarle. Por su parte, cuando el patrón descubre en el balance de resultados el descuadre de cifras será cuando comience a tomar medidas para cuadrar la diferencia entre el “debe” y el “haber”. Si el ciudadano siente en su ética democrática que el político elegido por soberana votación no atiende a las demandas exigibles por programa electoral, el tiempo decidirá más pronto que tarde que comiencen a ser reclamadas en calles y plazas. Por otro lado, si el político no recibe de sus militantes el apoyo necesario que dé respuesta a sus expectativas, buscará calor en aquella militancia que no cuestione la doctrina de partido. Como verá, estimado lector y estimada lectora, todo en esta vida es cuestión de equilibrio. El Yin y el Yang que dirían lo más espirituales o la cara y la cruz que dirían los más materialistas. Incluso usted mismo como lector puede valorar el resultado del equilibro entre el tiempo empleado en leer este articulo y lo que recibe a cambio por el contenido que refleja. Y yo, como autor, podré valorar lo que recibo de usted al no realizar ningún comentario sobre lo que aporta la lectura o por el simple hecho de hacer “click” a botón de «me gusta» en Facebook.
Todo gesto, por pequeño que sea, ayuda a evaluar el equilibrio del estado de las cosas en todos los ámbitos de la vida. Bueno, en todos no. En lo que sí no podré servirle de mucha ayuda será en los asuntos del amor. Ahí tengo todas las de perder porque siempre que me enamoro soy de los que da liebre por gato y duros a cuatro pesetas. Y al final el que acaba recibiendo duro es mi corazón y lamentablemente no soy gato, por lo que cada vez pierdo más vida en cada enamoramiento. Qué complicado es todo.