¿CUÁNTO TIEMPO ES MUCHO TIEMPO?
El primero en relativizarlo todo fue un premio Nobel. Después de su archiconocida fórmula que sólo entiende él y los cuatro genios en el mundo que son como él, su frase más famosa fue: “Todo es relativo”. Por suerte, esta frase la entendemos los que no somos genios, es decir, el resto de la humanidad. La frase “Todo es relativo” es tan universal como la sabiduría de su creador, quizá por eso el concepto que subyace sea aplicable a cualquier aspecto de la vida, desde el más extraordinario hasta el más nimio, cotidiano y mundano.
Como ya he dicho que no soy ningún genio al igual que lo son los cuatro que entienden la fórmula del premio Nobel, voy a ponerles tres ejemplos para ilustrar las múltiples variables sobre las que aplicar la frase alusiva a la relatividad en cualquier campo de nuestra vida doméstica. Empecemos por la sabiduría popular del refranero que siempre ejemplifica con figuras retóricas de toda índole lo inexplicable que sucede en el mundo. Tomemos el refrán: “Nunca llueve a gusto de todos”. Aunque sea un refrán, basta con aplicarlo literalmente para comprender su intención cristalina. La lluvia, a su debido tiempo, saca una sonrisa a los campesinos, pero a los ganaderos no les hace puta gracia tener a su ganado todo el día encerrado sin pastar libremente por el campo que es lo que suele hacer el ganado para engordar, y engordar a la vez los beneficios del ganadero. Por lo que podemos concluir que el acto de llover es algo relativo.
También es el propio refranero el que está repleto de ejemplos relativos. En un momento dado dice “Quien bajo un árbol se arrima, buena sombra le cobija” y después rectifica diciendo “Quien bajo un árbol se cobija, dos veces se moja”. Tan pronto dice “No hay dos sin tres” como “A la tercera va la vencida”. También recomienda “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, y seguidamente aconseja “Más vale tarde que nunca”. Como podrán apreciar ustedes, el bueno de Albert Einstein que era muy bueno en lo suyo, dio en blanco con tan sólo una frase de tres palabras: «Todo es relativo».
Aunque si hay algo relativo en la vida, es el tiempo. De todo lo que es relativo, el tiempo es lo más relativo de todo. Por ejemplo, el otro día me dio por calcular el número de días que han pasado desde que mi pareja y yo rompimos nuestra relación sentimental. De eso hace ya tanto tiempo, con sus días eternos y sus noches sin fin, que ya no recuerdo ni la razón por la que rompimos, aunque no he dejado de echarla de menos ni un solo instante desde entonces.
Cuánta razón tenía el genio de Einstein al decir “Todo es relativo”, realmente apenas ha transcurrido una semana, pero a mí me parece toda una eternidad.