CUESTIÓN DE QUÍMICA
Dicen que “donde hubo fuego, hay rescoldos”. También dicen que “quien tuvo y retuvo, no teme por no tener”. Lamentablemente, en mi caso nunca he retenido nada porque nada tuve, y me temo que sea por eso que donde hubo fuego sólo quedan cenizas (y no rescoldos que es lo que se supone debería de haber)
Si hubiera tenido interés en retener el fuego, además de haber ardido en el intento, ahora estaría escaldado o con quemaduras de tercer grado repartidas por todo mi cuerpo (especialmente en mi interior).
La naturaleza es sabia y nos da claras muestras de que a veces el mejor final es la combustión que la dilatación. Cuestión de química, supongo. Alargar o dilatar (para seguir con la metáfora del efecto químico), aquello que no tiene sentido de continuidad, es más antinatural que transformarlo en lo que no es posible de ninguna de las maneras.
El doctor Frankenstein aconsejaría ser práctico. Es decir, ahorrar fuerzas. Que por mucha energía que se use para devolver a la vida lo que está muerto, tarde o temprano todo acabará en cenizas, tal y como acabó su creación más querida entre las ruinas de un viejo molino abandonado.
Revivir el ardor sin que exista razón ni motivo para hacerlo, conduce irremisiblemente a la transformación completa (tanto de aquello que no tiene vida, como de quien desea recuperarlo). Cuestión de química, vuelvo a suponer, ya que la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma.
Muchos lectores creerán que les hablo de una relación sentimental fallida. Pero no se equivoquen, simplemente he dejado el puchero de lentejas más tiempo en el fuego de lo que dice la receta, y se me ha quemado el guiso. Que es lo mismo que decir, que me quedo sin ingerir el hierro que proporciona la legumbre y caracteriza a la dieta mediterránea. Nuevamente cuestión de química, supongo. Ahora tendré que pedir comida a Telepizza y quemar en un futuro próximo las grasas polisaturadas de una pizza barbacoa a base de horas y horas de flexiones, abdominales y clases de body pump, ciclo y spinning.
Esperemos que la pizza barbacoa no llegue con sabor a ceniza, porque me gusta más el sabor que da el rescoldo (el del horno de asar, aclaro).