FELIZ 2019 (Si Dios quiere)
Que Dios hizo el mundo en seis días es de todos sabido.
El lunes creó el día y la noche (supongo que el día lo haría de día y la noche la creó haciendo horas extra).
El martes creó el cielo y el mar (aquí no está claro si el cielo lo hizo de día y el mar lo hizo de noche).
El miércoles creó la tierra y la vegetación (supongo que lo hizo todo en horario laboral).
El jueves creó las estrellas, el sol y la luna (me pregunto cómo pudo hacer todo lo anteriormente mencionado si la luz solar todavía no existía).
El viernes hizo los ríos y sus afluentes, y a sus criaturas, incluyendo peces y aves (supongo que al ornitorrinco lo dejó para final con lo que le había sobrado de los patos, los topos y las nutrias).
El sábado creó al resto de los animales y también a la humanidad (no sabemos si por ese orden o a la inversa). Tampoco sabemos el motivo por el cual dejó a la humanidad para el último momento. Estoy seguro que Dios dejó a los españoles en último lugar de la lista de creaciones divinas. Fuimos creados tras un festín de creación sagrada de seis días de duración. Y claro, así hemos quedado, como salidos un sábado noche de un afterhours de Chueca.
Y por fin, llegó el domingo. Y ese día Dios decidió dedicarlo a descansar. Lo que tampoco está claro es en qué empleó su tiempo de descanso. Puede que Dios se dedicara a no hacer nada, o puede que hiciera esas cosas que se hacen cuando se tiene el día libre. Mientras los humanos (creados a su imagen y semejanza), pasamos el día de descanso durmiendo la mona, limpiando el coche, barriendo la casa o metiendo lavadoras como si no hubiera un final, Dios lo dedicó a hacer esas cosas que sólo puede hacer Dios. Por ejemplo: apretar pero no ahogar. Rogar y dar con el mazo al mismo tiempo. Dar hijos a quienes el diablo ha dado sobrinos. Ayudar a los que madrugan. Juntar a los que se crían. Disponer sobre lo que el hombre propone. Y otra serie de benditos entretenimientos que tienen más de pasatiempo que de hacer un mundo más terrenal.
Puede que sea por eso por lo que el domingo por la tarde lo pasamos en casa tirados en sofá frente al televisor. Y quizá sea por eso por lo se diga aquello de “Cada uno en su casa y Dios en la de todos”.
Y como hoy es domingo, sólo puedo terminar deseándoles a todos y todas, feliz descanso.
Y de paso, feliz año 2019 (si Dios quiere, por supuesto).
Lo dicho, el ornitorrinco y los españoles… con las sobras. jajaja
Me gustaMe gusta