TRUCO O TRAGO
El mundo se divide entre los que creen que Halloween es una fiesta impuesta por una cultura ajena y los que se disfraza de personaje de la serie The Walking Dead.
Los hay que consideran el Black Friday una maniobra internacional de marketing disfrazada de oportunidad y los que se imponen a sí mismos caer en la tentación de renovar el armario a mitad de precio.
Hay quienes ven el momento colorido Holi de la celebración festiva primaveral hindú como una explosión de amor, alegría y regocijo y otros que lo ven negro (curiosamente los mismos que no ven negro el Black Friday).
Hay parte de los habitantes del planeta tierra que considera el Oktoberfest una fiesta de fraternidad y hermanamiento en torno a la gastronomía autóctona alemana y quien no hace ascos a un codillo con chucrut regado con dos litros y medio de cerveza a granel Pilsen sin saber (ni interés por saber) origen y procedencia de las viandas.
La cara y la cruz de todo lo que nos llega sin haberlo pedido está en la naturaleza humana desde que el mundo es mundo que, curiosamente, también tiene sus luces y sus sombras que coinciden con las horas de sol y el tiempo de nocturnidad.
Puede que sea esa la razón del éxito de la magia. Por un lado, nos sorprende al ofrecernos un espectáculo inesperado y, por el otro, sabemos que tiene más de truco que de inesperado. Por eso, cuando llega el uno de noviembre paso la noche de Todos los Santos entre trago y trago, por si el truco para superar la inesperada realidad me sorprende sin poder hacer nada para evitarlo.
Muy bonito
Enviado desde mi iPhone Aránzazu Bravo Sáiz.
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