¿POR QUÉ GUARDAMOS LIBROS?
El saber ocupa lugar. Lo sé porque los libros en casa ocupan más espacio que cualquier otra cosa. Más incluso que la ropa de invierno, y viviendo en Segovia, eso es mucha ropa.
Todo el conocimiento de la humanidad está recogido en las páginas de los millones y millones de publicaciones editadas desde que en el año 1440 el orfebre alemán Johannes Gutenberg creara la imprenta en su ciudad natal.
A pesar de no haber vivido en el Medievo, sufrir las consecuencias del crack del 29 o experimentar el horror del Holocausto nazi o la Guerra Civil Española, conozco lo que no conocí porque lo leí las páginas de un libro. De poco importa que haya sucedido hace tres días o tres siglos, todo está en los libros.
Puede que la clave para comprender lo incomprensible del momento actual esté en el conocimiento que ofrecen las páginas de un libro publicado hace dos cientos años. O que sobrellevar la carga de nuestro interior sea más leve si leemos el saber acumulado en el interior de un incunable.
Estoy convencido de que todo lo malo (y lo bueno) que sucede, suceda y sucederá a cada lector que lea ahora mismo estás líneas, sucedió anteriormente a otros lectores que supieron escribirlo y ponerlo en negro sobre blanco en páginas de papel que después fueron publicadas en forma de libro.
Vivimos los mismos acontecimientos en distinta época sin apenas diferencia entre sí. Y los vivimos como si fueran la primera vez. La razón es que nadie se molestó en leer libros, porque pensamos que lo que nos pasa a nosotros es lo más importante del mundo, y casi siempre lo único.